Por: Alter B. Himelfarb W.
Obvio, que con el paso de los años, una “tierra de nadie”, en cierta forma, fue lentamente poblándose en su mayoría, con los nómadas procedentes de la Península Arábiga. Una tierra a la cual los judíos, durante siglos, no podían regresar a su voluntad, debido a todas las persecuciones, la violencia y el salvajismo, a que fueron sometidos, -en mayor parte-, por los países europeos.
Si bien, Israel (o Palestina) pasaba -políticamente- de mano en mano, ninguna de esas entidades: Imperio Bizantino, Califato, Cruzados, Mamelucos, Egipto, Turcos, colocaban una administración formal, que se ocupara del bienestar y del desarrollo de ese cautivo ”Estado” Israel/Palestina. Paradójicamente, los romanos dejaron obras majestuosas dignas de visitar, como BEIT SHEAN o como CESÁREA. Y los ingleses, también dejaron obras de carácter civil, urbanizando las primeras ciudades modernas
La Inquisición, los Pogromos de la Rusia Zarista y el Holocausto de la II Guerra Mundial, palabras más o palabras menos, hicieron voltear a los judíos, a mirar a Israel, a la Tierra Prometida, su casa, su hogar!
En el Artículo anterior, el VII, al final, conocimos el texto de a Declaración Balfour.
Esa Declaración, hablaba de “Palestina”, que aunque no lo especificaba, contenía inclusive el área de Transjordania, (con referencia al río Jordán) y que es hoy en día el reino de Jordania.
Pero la podrida, corrupta, bastarda y mal intencionada política inglesa, por ganarse el apoyo del mundo árabe, desconoció por completo la “Declaración Balfour”.
Los británicos, como Reyes nacidos de la nada, transmitieron ese sentimiento de estúpida grandeza a los árabes. Así, de la nada, por obra y gracia de la “Ley del más fuerte”, en 1927, Abdelaziz bin Saud, se convirtió en el Rey de la Península Arábiga, a la cual él mismo llamó, Arabia Saudita. Y el Hachemita Abdullah, descendiente de un bisabuelo de Mahoma, dirigente del clan de los Hachemitas, quien era ciudadano de La Meca, recibe como premio de consolación, en 1921, la región de la Transjordania, desmembrada de la Palestina que era para el pueblo judío, convertida poco tiempo después, en el Reinado de Jordania. Un reinado más, creado por los Británicos, por la Ley del más Fuerte o del más salvaje
Los Británicos habían enviado a la caneca de la basura, su propia “Declaración de Balfour” que databa de 1917.
Ya para el pueblo judío, solo quedaba, -en principio-, apenas el área que se conoce hoy en día. Sin embargo, todavía, el odio musulmán pedía más. Las grandes potencias y sus posibilidades de grandes negocios e inversiones en los países árabes, quedaron de rodillas ante el mundo árabe.
Ya para 1938, la “Lenteja Petrolera” árabe -en vista que se descubrió petróleo en la Península Arábiga-, manipula con más fuerza a los británicos, para obligarlos a que el pueblo judío no volviera a su Tierra Prometida. Todos los países árabes, querían para ellos ese pedazo de tierra. No querían judíos en la zona.
Haj Amín Al-Husseini, uno de los personajes más nefastos de parte de árabe, exigía que ese pedazo de tierra, fuera únicamente para los árabes y que los judíos fueran expulsados.
Lo cierto, es que la mayoría de los Árabes Palestinos, no tenían conflictos con los Judíos Palestinos. Eran los países árabes alrededor, -como ya hemos dicho-, quienes alebrestaban e instigaban por causa de su intransigencia y su ciega obediencia al invento de Mahoma, el Corán, a los Árabes Palestinos, arengándolos y armándolos.
A todo lo extenso del Pentateuco, desde Abraham en adelante, Dios, le dice a éste y a Isaac y a Yaakov y a Moisés y a los líderes que les sucedieron, que ésa tierra, la Tierra de Canaan, poblada por paganos, la daríá por perpetuidad al Pueblo Judío.
¿Creemos o no creemos? ¿O consideramos, que lo del mal llamado “Viejo Testamento”, es un “cuento chino”? ¿O que creemos en Dios a “nuestra manera” y que lo de la Tierra Prometida es “puro vacilón”?
Ya para el pueblo judío, solo quedaba, -en principio-, apenas el área que se conoce hoy en día. Sin embargo, todavía, el odio musulmán.
(*) Miembro A.I.E.L.C.