La batalla contra el fuego ha sido apoyada por seis cisternas de Sedapal
El corazón de Lima se vio envuelto en llamas, desafiando la valentía y determinación de más de 150 bomberos que luchan incansablemente para contener un voraz incendio que devora almacenes de ceras y plásticos en Barrios Altos, Cercado de Lima. Desde el mediodía de ayer, el siniestro ha mantenido en vilo a la comunidad, mientras las llamas se aferran a consumir todo a su paso.
El fuego, que se desató en un inmueble ubicado en la cuadra 10 del jirón Áncash, ha generado una intensa preocupación entre los vecinos y comerciantes de Mesa Redonda, quienes observan impotentes cómo el fuego amenaza con destruir sus medios de subsistencia. Los estragos del incendio no se limitan a la pérdida material, sino que comprometen la seguridad y estabilidad de una estructura de material noble y tres pisos adicionales construidos con drywall, consumidos por las voraces llamas.
Ante la magnitud del desastre, se ha desplegado una impresionante operación de rescate, con la participación de 27 unidades de bomberos y un contingente de 168 efectivos. Durante más de 19 horas, estos valientes combatientes han enfrentado el desafío, arriesgando sus vidas para controlar el avance del incendio y evitar su propagación a edificaciones cercanas.
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La batalla contra el fuego ha sido apoyada por seis cisternas de Sedapal y la presencia de ambulancias del Ministerio de Salud y EsSalud, dispuestas para atender posibles emergencias médicas. Sin embargo, la lucha aún no ha terminado. Según el jefe de la IV Comandancia de Bomberos de Lima, Rafael Loza, las labores de extinción podrían extenderse durante el día de hoy, hasta lograr la completa sofocación del incendio.
«No hemos descansado en más de 19 horas», declaró Loza. «Posiblemente continuaremos durante todo el día, con refuerzos adicionales. El fuego ha causado estragos en tres grandes almacenes y algunos puestos del mercado colindante», detalló.
Aunque el saldo no registra víctimas mortales ni heridos graves, los daños materiales son considerables, dejando a su paso una estela de destrucción y desolación. Sin embargo, la fortaleza y dedicación de los bomberos nos recuerdan que, incluso en medio del caos y la adversidad, la esperanza y la solidaridad prevalecen.
