Brasil tiene 70.765 nuevos casos de COVID-19 en 24 horas, lo cual equivale a 8 veces más que hace 2 semanas, según el Ministerio de Salud.
Este miércoles 12 de enero, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, le quitó importancia al aumento de casos por COVID-19 empujado por la variante ómicron. De acuerdo a los expertos podría incitar una nueva sobrecarga de hospitales en el país.
«El ómicron no ha matado a nadie. La persona que murió en Goiás no falleció por ómicron (…) Él ya tenía problemas serísimos, especialmente en los pulmones», manifestó el jefe de Estado de extrema derecha en una entrevista con el portal Gazeta Brasil.
«Ómicron, que ya se esparció por el mundo, tiene una capacidad de contagio muy grande, pero su letalidad es muy pequeña, según dicen las personas que saben», añadió el mandatario.
«Algunos incluso dicen que sería un virus que serviría como vacuna. Según algunas personas estudiosas y serias, y sin relación con las farmacéuticas, ómicron es bienvenida y puede señalar el fin de la pandemia«, expresó.
Según el último informe del Ministerio de Salud, divulgado la noche del martes, Brasil registró 70.765 nuevos casos de COVID-19 en 24 horas, ocho veces más que hace dos semanas (8.430).
«Nuestra economía no soportaría un nuevo confinamiento. Brasil entraría en bancarrota», mencionó.
«La inmunidad de rebaño es una realidad (…) Yo, por ejemplo, no me he vacunado y estoy muy bien», indicó.