Por: Phillip Butters / Este diario se llama La Razón y cuando uno pone en acción ese sustantivo se convierte en adjetivo. Es decir, uno puede ser una persona razonable y utilizar criterios racionales y técnicos para tomar decisiones, y las decisiones de Estado se toman con indicadores y con data real. Nos hemos cansado en estas líneas, en Combutters y PBO Digital por Willax en repetir desde hace semanas que no hay suficiente cantidad de pruebas.
Y que todos los datos, dados por el Ministerio de Salud que conduce el señor Zamora y el propio presidente eran “bobos”, por decir, lo menos. El día 22 o 23 del mes pasado el presidente dijo que iban a comenzar a hacer; en esas épocas, mil y 2 mil pruebas al día. Que la semana pasada iban a ser 2 mil pruebas y que en esta semana íbamos a estar con 5 mil pruebas al día. Todo eso ha sido mentira, así de claro. Vizcarra volvió a mentir una vez más. Lo real es que las cifras se van a comenzar a disparar en la mente de la gente, cuando se le diga la verdad. Estamos todavía a dos días de que las pruebas lleguen el día 8. ¡Imagínense! Eso va ser el miércoles. El jueves Santo las distribuyen, comienzan a tomar pruebas el viernes Santo. Y, como es obvio; recién sabremos la verdad. Muy probablemente el domingo de Resurrección. Y vamos a ver si el Gobierno suelta esa información, porque hay muchas voces como las del Colegio Médico, o como la doctor Ciro
Maguiña que le exige al presidente decir la verdad.
Es evidente que el Gobierno pretende levantar la cuarentena por partes. O sectorizada en algunos departamentos del Perú. O para determinadas industrias que requieren el oxígeno de las ventas y de la actividad económica. Pero hay que ser responsables. Lo más probable es que tengan que extender en Lima, la cuarentena cuando menos, una semana más, para saber qué tan mal estamos. Parece que el Gobierno cree que este es un tema estrictamente propagandístico. Y que, claro, lo quieren hacer ver al presidente como una persona que está controlando todo y que lo está haciendo fabulosamente bien. Y para eso, se presta la prensa “mermelera” que está requiriendo ingentes recursos del Estado para seguir sobreviviendo. Bueno pues, ésta no es una campaña de simpatías y tampoco de crítica tonta. El hecho cierto es que en la medida en que comencemos a hacer 2 mil, 3 mil, 4 mil o 5 mil pruebas al día nos va a decir la verdad. Y, la verdad nos va a hacer libres, para tomar decisiones razonables. Hay que ser realmente un anti peruano, para desearle el mal a Vizcarra y a sus ministros; pero hay que ser un miserable para engañar a la gente y permitir que se muera. Hemos visto en diversas imágenes cómo se ha estado INCUMPLIENDO el tema de la cuarentena. Y eso, evidentemente ha traído contagios. Ese es un problema y el bono es, señores, una estafa.
El MIDIS y la señora Ariela Luna dicen que han llegado a 1 millón 600 personas. La cifra que realmente vale, es saber ¿cuánta gente ha cobrado el dichoso bono? Porque no se
le puede simplemente pedir a la gente que se quede en su casa, muriéndose de hambre, sin agua y sin luz. Lo que tienen que hacer, simple y llanamente, es comenzar a repartir comida como lo venimos exigiendo, de hace semanas. Y para eso, se tiene que
hacer un Decreto de Urgencia para plantear OBRAS POR IMPUESTOS -mecanismo legal aprobado por el Estado-, en coordinación con las principales empresas de venta de alimentos terminados y, comida preparada “ya hecha” que no necesiten agua para su
cocción.
Y hacer canastas familiares para dos semanas más de carestía. Lo que el sentido común indica, es que la gente más pobre va tener que pasarla en sus casas. Eso se tiene que hacer ya… sin soberbia y con practicidad. Es momento que la Contraloría chequee eso con el Ejército, con las Fuerzas Armadas y con las iglesias Católica y Evangélica. Y comenzar a repartir comida en todo el cinturón de pobreza de Lima. Es el colmo que alguien en el Perú no encuentre a los pobres. Eso es simplemente es ser un desalmado. Hay que ser práctico, la cosa está saliendo de control y hay que encontrar soluciones, además de las críticas. Estamos en Semana Santa, lo único que nos queda es rezar y pedirle a Dios un milagro. ¡El milagro del “Coronavirus”..!