Manifestantes llevaron el COVID-19 a sus familiares que ahora están internados.
Desacato al estado de emergencia y aglomeración propiciaron rebrote del virus.
Marco Almerí Estrada, experto en salud pública indicó que el aumento de positivos está directamente vinculado a las aglomeraciones que se dieron en las violentas manifestaciones protagonizadas por jóvenes que se volcaron masivamente a las calles, desobedeciendo el estado de emergencia.
Almerí dijo que sorprende que las personas contagiadas que llegan a los hospitales tengan un promedio de 55 años de edad, a diferencia de abril y mayo cuyo promedio de edad era de 75 a 80 años.
“No creo que haya segunda ola, pero el hecho concreto y objetivo es que los contagios y hospitalizados han aumentado en el país. Los que llegan por atención son personas que tienen hijos jóvenes entre 20 a 25 años de edad. Entonces, las marchas en todo el país han sido vectores de contagio y han continuado con las compras por Navidad. Así se reactivó la cadena de contagios a nivel nacional”, alertó el especialista.
DESILUSIÓN
Almerí Estrada dijo sentirse desilusionado como médico, luego escuchar el mensaje del Presidente Francisco Sagasti, quien señaló que no era culpable que la vacuna no se haya adquirido en el Perú, por lo que remarcó que el jefe de Estado “sí tiene responsabilidad directa.
Por su parte, el analista político Ángel Delgado Silva señaló que los azuzadores podrían tener responsabilidad al configurar el delito de exposición al peligro, como fue la muerte de dos jóvenes manifestantes. Dijo que las marchas se hicieron contraviniendo los decretos había dictado, con el cual se mantuvo una cuarentena restringida.
“Quienes alentaron desde los medios de comunicación y transgredieron la legislación legal existente cometieron un acto de exposición al peligro, porque expusieron a la gente a que se contagie y muera. El Gobierno había dado restricciones para que no se lleve a cabo la procesión del Señor de Los Milagros, así como disposiciones para que la gente no concurra a las playas”, recordó.
UTILIZACIÓN
Delgado Silva subrayó que lo que se buscó en esa oportunidad fue impedir – utilizando a los jóvenes bajo el ardid subliminal de la Generación del Bicentenario- que tras la salida del presidente Martín Vizcarra pudiera asumir el poder Manuel Merino. La algarada social fue impulsada por el Gobierno saliente y los medios de comunicación adictos a Vizcarra y acicateada por los políticos que aspiraban a tener el apoyo de Vizcarra.