Por: Phillip Butters
Los nuevos “codinomes” de Odebrecht
Una noticia que ha pasado desapercibida en los principales medios de comunicación escritos, radiales y televisivos del Perú ha sido que el hijo político de Norberto Odebrecht y cuñado de Marcelo Odebrecht, un tal Mauricio Ferro ha sido descubierto en su casa con unas claves nuevas de los archivos de MyWebDay que incluiría nuevos “codinomes”, léase nuevas coimas a nuevos personajes de la trama de Lava Jato y que ha sido soslayado por los principales medios.
Se imaginan lo atemorizados que deben estar los grandes nombres de la corrupción ahora que nos podemos enterar de las inmensas coimas que ha podido recibir gente tan poderosa.
Por ejemplo, Villanueva, que ha sido el premier que firmó el acuerdo con Odebrecht y con el Estado peruano, un acuerdo lesivo, mafioso y entreguista donde nosotros le devolvemos dinero como pretenden cobrarse 524 millones de soles.
Ello mientras nosotros vamos a recibir una dádiva financiada en 15 años, pero además nos han metido un juicio por 1940 millones de dólares.
Hay miseria en medios como El Comercio, Perú 21, La República que siguen apoyando el convenio y atacan a Villanueva. Si él ha sido coimeado por Odebrecht, evidentemente lo tenía a su servicio.
Estos nuevos “codinomes” podrían llegar a la cabeza del propio Martín Vizcarra y por eso, de repente, su desesperación por cerrar el Congreso, por patear el tablero por enfrentar y enfrentar. El día que revienten más “codinomes” con nombres de gente de un fuste importante qué cosa le vamos a decir a la opinión pública ¿que todo es una inmensa farsa?
Hoy se va a saber si PPK va a dormir con Fujimori en la Diroes. El gobierno dice que no tiene nada que ver, pero creo que esto es una amenaza para que se quede callado y no diga cosas que le debe saber a Vizcarra o quizás a alguien más.
Resulta que recién se dan cuenta que se juntaba con “Mechita”, “Techito”, Grados Carraro, con Violeta. ¿Acaso no sabían que despachaba allí? ¿Recién ahora se dan cuenta?
Espero que no prospere, la situación es extraña y solo pasa en Perú. Keiko sigue presa y aún no se sabe de su casación siendo la principal opositora del gobierno.
Vela y Pérez meten a la cárcel a todo el mundo y vemos cómo el odio antifujimorista enceguece a la gente. Un editorial de Perú 21 fustiga a César Álvarez y al sicario “Goro” y pide que le quiten seguridad a Vilcatoma ¿para qué? ¿para que la maten? Ya estamos hablando de odios irreconciliables entre peruanos.
¿Qué nos está pasando? Hay algo triste y turbio, gente que defiende lo indefendible o pide barbaridades. Qué cosa no sabrá Odebrecht de los poderosos del Perú, de banqueros o de gente de nivel presidencial. Misterio sin resolver.
¿Qué dirán esos “codinomes” que hay tantos nervios en el Poder Ejecutivo? ¿Por qué el presidente no aprovecha y se reúne con Olaechea para conciliar en paz, para ejecutar obra pública? ¿Por qué quiere patear el tablero o quién le sabe algo que lo está llevando al despeñadero o a un golpe de Estado? ¿Quién tiene poder sobre él?
¿De verdad podemos creer que escucha a su secretaria o al argentino Aguiar? ¿No será que el verdadero presidente está en Brasil? Pongámonos a pensar de la peor manera. Realmente algo muy asqueroso está pasando en el Perú.