Dentro de las medidas aplicadas para detener el brote de la variante ómicron en Shanghái, se tuvo que prohibir el tránsito de personas.
Shanghái ve a partir de este miércoles la luz finalmente del túnel. Con fuegos artificiales –que, conforme con la tradición china, ahuyentan a los malos espíritus– y un ambiente merecedor de las celebraciones de Año Nuevo, la urbe más importante económica del grande asiático ha celebrado esta noche el desenlace de un riguroso confinamiento de 2 meses, que ha creado un extenso descontento entre la población e inusuales manifestaciones, y ha causado interrupciones en la cadena de suministros nacional e mundial.
Las autoridades comenzaron a minimizar este 1 de junio las limitaciones, que para bastantes de los residentes se han extendido a lo largo de bastante más de 76 días (la duración del confinamiento de Wuhan en 2020), y han dado luz verde a bastante más de 22 millones y medio de sus casi 26 millones de pobladores para desplazarse con independencia por la ciudad.
“Todo el planeta ha sacrificado mucho. Este día se ha ganado a pulso, por lo cual poseemos que valorarlo y protegerlo, y ofrecer la bienvenida al Shanghái que conocemos y echamos de menos”, manifestó la portavoz gubernamental local Yin Xin en una rueda de prensa. Este miércoles, la localidad más enorme de China amanece sin la mayor parte de las vallas que se habían colocado para tapiar la entrada a los complicados residenciales, sin cinta policial en las plazas e inmuebles públicos y con los medios de transporte operativos.
Este desarrollo, no obstante, no significa la vuelta a la normalidad prepandémica. Los residentes de las regiones de bajo peligro tienen la posibilidad de renunciar a sus domicilios sin necesidad de un pase por horas, empero se les pide una prueba PCR con validez de 72 horas para entrar tanto a sitios públicos como a transportes comunitarios.
Supermercados, centros comerciales y sitios turísticos al viento independiente abrirán con hasta un 75% de su aforo, mientras tanto que museos, bares, gimnasios y cines prevalecerán cerrados. Los restaurantes, por su lado, continuarán realizando envíos a domicilio. Las autoridades sanitarias han comunicado este miércoles de 15 nuevos casos, una caída abismal comparativamente con la media de 20.000 contagios cotidianos que se alcanzó identificar en abril.