El mandatario peruano, Pedro Castillo, expresó luego de acudir a la playa de Ancón que «ya no hay ninguna vida” en la zona.
El jefe de Estado Pedro Castillo arribó durante la mañana a la playa de Ancón para inspeccionar los trabajos de limpieza que se vienen realizando en la zona terrestre y marítima. Esto luego del del derrame de petróleo en el mar de Ventanilla. Como se sabe, el incidente se produjo el sábado 15 de enero cuando el buque tanque Mare Doricum de la Refinería La Pampilla, operada por Repsol, descargaba este elemento.
El presidente de la República, quien paseaba por el lugar junto al ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, comprobó el impacto ambiental en dicho balneario que compromete tanto el mar como la arena. El también docente aseguró que el gobierno tiene la obligación de hacer que la multinacional repare el daño causado a la naturaleza y a los residentes del distrito. Asimismo, a todas las personas que se vieron afectadas.
“Hemos venido nosotros a constatar y van a saber de qué manera a través del Gabinete y ministerios tenemos que profundizar la preocupación que tiene este gobierno conjuntamente con ustedes que conocen la realidad. Por eso estamos acá, nuestro compromiso es con ustedes. Ya no hay nada acá, ya no hay ninguna vida”, manifestó.
El Presidente supervisa las labores
“Estamos con los ministerios acá. Inmediatamente voy a pedir hoy mismo, en este momento, el informe de la comisión de crisis para ver que también se haya empadronado a todos los vecinos de acá [Ancón] […] Esta empresa tiene que pagar los daños a la población, tiene que reparar todo lo que ha hecho a la naturaleza, al mar”, agregó.