Arrancaron los retiros en la AFP hasta el 17 de agosto como fecha límite para los rezagados, particularmente consideramos que el dinero está mejor resguardado en nuestros propios bolsillos que en el de los dueños de las AFP, toda vez que lo único que ha demostrado dicho sistema es la perversidad para con sus propios afiliados, así que los más de 9 millones de aportantes deberían disponer de sus fondos por varias razones, entre ellas porque no se puede seguir permitiendo que se cobren comisiones cuando en determinados meses no hay rentabilidad ni utilidad a favor del afiliado, ni tampoco que en promedio solo el 21% de tu último sueldo sea la mediana a cobrar como jubilado, ni que la edad para el retiro total sean los 110 años de edad y que en caso de fallecimiento del titular, la cónyuge solo pueda disponer del 40% del fondo si es que vive, ya que caso contrario lo ahorrado se pierde y queda en las arcas de la AFP por concepto de solidaridad, ¿Solidaridad con quién? ¿Con los gerentes de las AFP? ¿Con sus dueños? Esto hay que llamarlo por su nombre: Robo.
Se estima que si la mayoría de personas decide retirar ahora su AFP, alrededor de 20 mil millones de soles serían liberados progresivamente, casi el 2% de nuestro PBI dinamizando de buena manera la economía interna en esta época de crisis donde la pobreza llegó a 29%, la pobreza extrema en el quintil uno llegó a 6% y la pobreza extrema rural a 16%, en ésta época en la que lamentablemente 10 millones de peruanos comen una sola vez al día o no comen porque lo hacen interdiariamente por las serias dificultades actuales para alimentarse y sobrevivir.
Aquí hay que mojarnos todos y es necesario que las AFP también sientan el golpe al ver sus cuentas vacías y piensen ahora sí de verdad en una genuina reforma del sistema de pensiones en donde el aportante sea lo más importante en la pirámide de beneficiarios como corresponde, como tiene que ser el espíritu y el sentido de la norma, han tenido casi 30 años para hacerlo, más vale tarde que nunca y el momento es ahora. Empiecen a evaluar por ejemplo el aporte voluntario y no obligatorio, ¿Pero cómo? Compitiendo con mejores y mayores tasas y porcentajes de rentabilidad efectiva; incentivando el ahorro haciendo que los tributos solo se apliquen sobre la diferencia de la determinación líquida, es decir, si gano 100 y ahorro 40, solo tributaría sobre los 60 restantes; fondos heredables al 100% no solo a familiares sino, en caso de no tenerlos, pueda transferirse a terceros mediante testamento, eso es libertad de uso, disfrute y elección del ahorro personal.
Así funciona en otras partes del mundo cuando existe una intención real de pensar en el bienestar común, en la población económicamente activa, en la fuerza trabajadora, en los jubilados y los suyos. A este baile de los que sombran nos sumamos. Tengamos FÉ, un mejor tiempo ha de venir.
