Por: Ross Barrantes // Naturaleza con derechos

por | May 25, 2024 | Opinión

Mis caminos por las costas, las montañas y la Amazonía terminan siempre con una pregunta en mis trayectos: ¿cómo es posible que la naturaleza no tenga derecho a decidir? Las montañas nos hablan, ¿cómo no podemos escucharlas? Sin la naturaleza, nuestra supervivencia sería difícil.

En la época prehispánica, estas preguntas tenían respuestas claras: el respeto a la naturaleza era divino. Haces pocas semanas, visité el templo de Chavín de Huantar. Años atrás estuve en Kuelap, hace casi un año en Pachacamac, varias oportunidades en Mapi. Aunque son centros de culturas distintas y separados por miles de años, su cosmovisión era divina.

Pedían permiso a la tierra para sembrar, daban culto para que lloviera, construían sistemas de riego y hacían sacrificios para la fertilidad.

En marzo de 2024, la Corte Superior de Justicia de Loreto, Perú, reconoció al río Marañón como una entidad con derechos inherentes, incluyendo el derecho a existir, fluir, este logro es el resultado de una batalla legal liderada por mujeres indígenas kukama, que durante años han luchado incansablemente contra la contaminación y los vertidos de petróleo que amenazan la vida del río.

Es importante destacar que la I Sala Mixta de Nauta no declara al río Marañón como sujeto de derecho, sino que reconoce que es un ente titular de derechos, significa que se reconoce su capacidad jurídica para proteger los derechos reconocidos por el tribunal, tales como el derecho a fluir sin contaminación, a la biodiversidad, a la restauración y regeneración de sus ciclos naturales, y a la conservación de su estructura y funciones ecológicas. Los guardianes del río están facultados para utilizar las vías de acceso a la justicia para hacer valer estos derechos.

Esta sentencia marca un cambio de una visión antropocéntrica, donde la naturaleza está a disposición del ser humano, a una que considera la necesidad de conservar los elementos naturales por su importancia inherente para el funcionamiento de los ecosistemas.

Aunque esta sentencia no reconoce explícitamente los Derechos de la Naturaleza, constituye un precedente significativo para otros casos en Perú. Esta corriente eco céntrica en la filosofía del derecho ambiental está ganando terreno a nivel mundial. Colombia, por ejemplo, reconoció al río Atrato como sujeto de derecho. Estoy realizando mi tesis doctoral bajo el título «La naturaleza con derechos – filosofía del cambio climático para la conservación de los ecosistemas en el Perú».

Este trabajo me lleva a adentrarme en distintas partes del territorio para encontrar respuestas a las dudas y certezas que surgen en el camino; como abogada en defensa de la biodiversidad, sostengo que habilitar derechos para la naturaleza es un paso crucial hacia su reconocimiento como sujeto de derecho. Este camino es similar al que hemos recorrido como humanidad en la historia del derecho para ser reconocidos como sujetos de derecho.

La lucha contra el cambio climático requiere una perspectiva holística que incluya la defensa de los derechos de la naturaleza. He visto sistemas de recursos hídricos, almacenamiento de alimentos en Chavín de Huantar, así como sistemas de calefacción natural que sorprenden por su ingenio. Hay tanto que aprender y destacar de los conocimientos tradicionales.

Necesitamos volver al pasado y adoptar esa mirada respetuosa y protectora hacia la naturaleza para asegurar un futuro sostenible. Mientras termino de escribir estas líneas para ti, escucho una canción que me recuerda mucho a Mate “Quanto tempo leva pra aprender que uma flor tem vida ao nascer essa flor brilhando à luz do sol pescador entre o mar e o anzo ..  Shimbalaiê, quando vejo o sol beijando o mar “

Gracias por leerme.

(*) Abogada constitucionalista


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