El exministro de ambiente aseguró que la multinacional española Repsol debe hacerse cargo sobre todos los daños causados por el petróleo.
Manuel Pulgar-Vidal aclaró que oleajes anómalos no justifican lo ocasionado por Repsol, lo cual califica como un siniestro al derrame de 6.000 barriles de petróleo en el terminal Multiboyas n.º 2 de la refinería La Pampilla, ubicado en el distrito de Ventanilla que ha dañado más de un millón y medio de metros cuadrados.
“El nivel de comunicación, información, el nivel de responsabilidad frente a la contingencia e, incluso, el nivel de responsabilidad frente a la limpieza a cargo de Repsol ha demostrado un nivel de irresponsabilidad absoluto y altísimo nivel de incompetencia. Creo que no ha habido ningún evento de esta magnitud”, aseguró Pulgar-Vidal.
Durante el 2019, se habían derramado 743 barriles en 9439 eventos en el Perú. Según reportes internacionales, casi el 80% de estos desastres ocurrieron en la costa norte del país.
Pese a ser una tragedia ecológica, existe un protocolo que se debe tener en cuenta para proceder con este hecho según lo explicó el exministro. En primer lugar, se comunica a las autoridades correspondientes para que procedan con el segundo paso que es ejecutar las labores de contención para que de esta manera evitar que el petróleo se extienda.
Finalmente, se procede con la limpieza total del área dañada con la maquinaria especializada para este tipo de eventos. Luego se realiza una rehabilitación del lugar afectado.
“La empresa ha demostrado mucha incompetencia, de haber sido efectiva la contención, no tendríamos esa mancha que posiblemente se vaya a seguir extendiendo porque el petróleo derramado no se contuvo de la manera correcta” agregó.
El exministro explicó que la contención correcta tuvo que haber tenido los siguientes tres elementos: tanques flotantes, selladoras de playa y skimmers, instrumento que recoge el petróleo de la superficie marítima.
La incapacidad y el lento reaccionar de Repsol, los ha hecho retribuir este derrame de petróleo a los oleajes anómalos originados por la erupción volcánica en Tonga ocurridos el sábado 15 de enero. Si bien es cierto, el mar ha tenido un comportamiento errático durante el fin de semana, pero el extitular del Ministerio del Ambiente sostiene que no ha sido más anómalo de lo que usualmente es.
“Ellos han tenido que detener la descarga y suspenderla y evitar que esto suceda. Repsol es absolutamente responsable de esta tragedia” concluyó.
Consecuentemente, expuso que será casi imposible que Repsol realice una limpieza efectiva de las áreas afectadas en 10 días hábiles, plazo dictaminado por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). Para Pulgar-Vidal, este procedimiento tomará meses.
