La policía detuvo a un individuo que se hacía pasar por quiropráctico y que utilizaba el fuego como parte de su supuesta terapia
La Policía Nacional del Perú detuvo a un individuo que se hacía pasar por quiropráctico y que, según reportes, realizaba prácticas peligrosas al prender fuego a sus pacientes como parte de su tratamiento. Este individuo logró recaudar más de 90 mil soles antes de ser capturado.
Se identificó al individuo como Robinson Calera Silva, de 48 años, quien ofrecía servicios de quiropráctico en San Juan de Miraflores. Afirmaba poseer credenciales falsas de estudios validados en Colombia y Argentina. Prometía aliviar los dolores de los pacientes, pero sus técnicas carecían de base científica y eran altamente cuestionables.
La mayoría de las personas afectadas por este individuo eran adultos mayores que acudían a su consulta con la esperanza de mejorar su salud. Sin embargo, las técnicas utilizadas por este individuo ponían en peligro su bienestar y podían causarles daño.
Uno de los actos más riesgosos del individuo que se hacía pasar por quiropráctico ocurrió cuando prendió fuego a un trapo que colocó sobre la espalda de uno de sus pacientes. Este incidente fue registrado en video y compartido en TikTok, donde se difundió ampliamente.
La Policía Nacional detuvo a Calera por presuntos delitos de ejercicio ilegal de profesión, falsificación de documentos y suplantación de identidad.
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Según las investigaciones, el individuo se presentaba como un quiropráctico certificado y brindaba sus servicios principalmente a personas mayores, a las cuales engañaba utilizando documentos falsificados.
El coronel Manuel Cruz, a cargo de la División de Investigación de Estafas, reveló que es probable que Calera haya adquirido los documentos de manera fraudulenta, mediante la falsificación de un certificado perteneciente a una quiropráctica brasileña, quien presentó una denuncia al respecto.
Al no hallarse ningún registro migratorio ni pasaporte en posesión del individuo, se determinó su culpabilidad, lo que llevó a la conclusión de que todos sus títulos, incluso uno supuestamente obtenido en la Universidad de Brasil, eran fraudulentos.
De acuerdo con las disposiciones del Código Penal Peruano, el acusado de cometer el delito de Falsificación material de un documento público podría enfrentar una pena de prisión que oscila entre tres y seis años.
En consecuencia, si se confirman las acusaciones contra Calera Silva, podría ser encarcelado por haber falsificado todos sus certificados y diplomas, además de haber puesto en peligro la vida de sus pacientes.