El apoyo prometido llegó a Ucrania visto que las negociaciones por parar la invasión se ven cada vez más lejos.
El armamento pesado que Alemania prometió a Ucrania, y que tantas críticas le ha costado al canciller Olaf Scholz por la tardanza en enviarlo, al final está llegando a región de enfrentamiento. Berlín ya ha enviado a territorio ucranio 12 obuses autopropulsados Panzerhaubitzen 2000, uno de los sistemas de artillería usual más modernos y potentes de todo el mundo, luego de ofrecer formación para lograr utilizarlo a lo largo de semanas a militares del Batallón de Kiev. Y Scholz dice estar dispuesto a continuar secundando “de forma masiva” a Ucrania con armas y financieramente “durante tanto tiempo como sea necesario”.
El canciller compareció este miércoles en el Bundestag para dialogar de las 3 cruciales cumbres mundiales que se van a celebrar en los siguientes días: el Consejo Europeo en Bruselas, la junta del G-7 en Alemania y la de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en Madrid. Scholz, que lleva poco bastante más de 6 meses en el cargo, apenas ha tenido tiempo para descubrir su papel como jefe en la política mundial. La serie de reuniones de elevado grado le va a situar en el foco universal, en especial pues sus anteriores ocupaciones en política exterior han provocado cierto escepticismo, a partir de su lentitud en el momento de clausurar el gasoducto Nord Stream 2 hasta su bastante retrasada visita a Kiev, pasando por los titubeos en el momento de comprometer armas para Ucrania.
La guerra de embestida iniciada por el Kremlin marcará las 3 citas, como resaltó el canciller frente a la Cámara alemana; no obstante, el presidente lleva bajo el brazo otras prioridades, como la emergencia climática.
Scholz se ha postulado aprovechar la presidencia del conjunto de los 7 territorios industrializados para promover criterios de batalla contra la dependencia de los combustibles fósiles y conformar un “club climático” al que tratará de buscarle hueco a lo largo de las negociaciones en el castillo de Elmau, en los Alpes bávaros, la siguiente semana.