En conversación el diario La Razón, Jaime Lema nos comenta un poco más de ‘Mar de Marios’, obra que la desarrolla en su casa.
Por: Nycole Berrospi
El actor, director, coreógrafo y productor, Jaime Lema, retornó a Perú y tras su llegada ha puesto en marcha un proyecto teatral el cual se realiza en su casa, y poco a poco se fue convirtiendo en un teatro. ‘Mar de Marios’ es su proyecto que habla sobre los recuerdos que en algún momento tuvo cuando se formaba como actor.
Esta obra estará disponible todo el mes de junio y mayo. El show que brinda es gratuito, no obstante, puedes realizar una colaboración para apoyar este proyecto y, asimismo, que sigan en pie. Puedes obtener más información en el siguiente WhatsApp: 944668137.
La obra se estrenó el 7 de mayo en ‘La Casona Roja’, ¿cómo fue el recibimiento del público?
El recibimiento del público ha sido fantástico, estoy impresionado con lo que ha pasado el día sábado. Los estrenos siempre son lindos, pero justo me llamó una amiga poeta me dio su punto de vista lo cual me dejó muy sorprendido con sus palabras. ‘Mar de Marios’ ha sido bien recibido.
Cuéntanos un poco más de ‘Mar de Marios’, ¿por qué ese nombre?
Es un homenaje a Mario Delgado creador de ‘Cuatro Tablas’, un grupo que cumplió 50 años el año pasado y que ha sido muy prolífico, debido a que han formado 10 generaciones de actores en Perú y talleres por todo el mundo.
Yo soy de la tercera generación del año 83, entonces por supuesto escuché, sentí, limpié, comí, entrené, actué en esa casa de las 8 de la mañana hasta las 10 de la noche, sino nos quedábamos a dormir. Era un poco la convivencia de cómo se aprendía a ser actor, esto a través de las experiencias, ahora es a través de los certificados. Yo soy la generación en que el actor se forjaba en tablas y en los caminos de la vida.
¿Por qué escogiste ‘La Casona Roja’ como el lugar para el estreno de esta obra?
Yo he estado viviendo fuera del país por muchos años, y por cosas de la vida y el destino me tocó regresar al Perú, contento obviamente, pero yo tenía mi casa aquí alquilada. ‘La Casona Roja’ es mi casa, entonces tras mi regreso decido convertirla en un teatro.
‘Mar de Marios’ es un teatro personalizado, ¿qué es y a qué se debe?
El teatro personalizado es porque los recibo en mi casa. Abro las puertas de mi casa, mis brazos y los recibo para que puedan apreciar el espectáculo, después los invito a pasar mi jardín, a mi terraza y comedor, donde los espero con una copa de vino y tal vez un aperitivo.
En ese instante estamos abrazándonos, conociéndonos, tomándonos fotos, encontrándonos y reencontrándonos con gente. Entonces esto es un poco de mi propuesta, me gusta que sea algo diferente. Llegas a esta casa y más allá del performance que vas a ver, también vas a estar en una casa de 150 años de antigüedad, la cual ha pasado la guerra con Chile. Es una casa que apuesta por el arte y no espera.
Debido a la pandemia que aún está presente en nuestro país, ¿fue complicado la realización de esta obra?
He sido el director del festival durante varios años en la Alianza de la embajada de Francia y España; asimismo, he producido y creado, dirigido por supuesto, una serie de espectáculos de danza, pero nunca había trabajado con actores físicos.
Así que cuando les propuse mi proyecto ‘Mar de Marios’, se contactaron conmigo y comenzó todo un trabajo por meses vía zoom y comencé a dirigir, mis propuestas fueron virtuales y ya cuando nos tocó presencial como que la cosa se enchufó, encajó de una manera bastante rápida que digamos. Eso fue un poco del proceso que se ha vivido.
¿Tuviste un proceso de selección en esta obra? De ser así, ¿cuáles fueron tus criterios?
Los criterios eran un poco, como decírtelo, el corazón digamos, la conexión, esta relación que tienes con la situación que vivíamos, una situación muy especial en la cual he aprendido mucho al respecto.
Porque la verdad es que nada es color de rosa en la vida, las cosas te cuestan bastante, en un futuro debo tener un criterio en las personas, pero sí sé que próximamente debo tener un criterio mucho más amplio y mucho más exigente, en este proyecto me he dejado llevar por el corazón y aunque me haya funcionado hubiera podido funcionar mejor.
También pienso que estos chicos que he convocado no han estado en muchas producciones de repente, entonces nos encontramos en una etapa en donde estamos aprendiendo uno de los otros.
¿Cómo te afectó la pandemia en tus planes del teatro?
Me afectó porque tengo dos espectáculos archivados uno que es ‘Lluvia’ que se encuentra en stand by porque una de las actrices se tuvo que regresar a su tierra por lo tanto no tengo a esa bailarina/actriz. Por otra parte, estuve preparando un homenaje a Edgar Guillén, creo que a partir de esta idea comienza ‘Mar de Marios’, a este proyecto le puse ‘Edgar Todas Mis Vidas’ y se tuvo que detener por esta situación, ya no se pudo estrenar ni nada por el estilo.
¿Crees que la falta de interés cultural sea por la falta de gestión del Ministerio de Cultura?
Claro que sí, en lugar de que ellos busquen espacios culturales ellos prefieren que nosotros vayamos a tocarle la puerta y la verdad que, sin comentarios.
Por otro lado, yo llevé un taller para unos niños de mi zona y la realidad es que es increíble. Dios mío, los niños están pidiendo a gritos cultura y arte. La importancia de la cultura se vio reflejada en la pandemia, ¿qué hubiera sido de nosotros, sin arte, música, sin teatro, sin opera, sin concierto? Parece que no hemos entendido, porque lo primero que hacemos es meternos en guerras.
¿Crees que el consumir arte nos pueda sanar o abrir un poco nuestra mente?
Definitivamente, el arte es sanador, yo hago este trabajo para sanarme, es por ello que he hecho una isla con mi casa la cual propongo y ofrezco a más personas para que puedan disfrutar lo que hago.
¿Cuál es el mensaje que quieres dejar con ‘Mar de Marios’?
Te soy bien sincero, ninguno en específico, con tal que vengas y me acompañes y yo te acompañe esa hora, es suficiente.
Los rastros quedan en uno mismo, las miradas quedan en uno mismo y el tiempo que compartimos sea una o dos horas queda también en uno mismo, el tiempo es imborrable. Yo no pretendo dejar ningún mensaje.
