Seminario sobre el destino de los shoppings centers en América Latina:
“Autoridades públicas llegaron a comprender que son espacios seguros, muy bien cuidados y con mínimo riesgo”, señalan ejecutivos de la región.
La pandemia del COVID-19 y las restricciones establecidas en los diferentes países de América Latina para evitar su propagación, acarrearon impactos muy serios a todas las actividades económicas, pero también retos que se hicieron urgentes de afrontar. En el caso de los centros comerciales, tales desafíos fueron los protocolos de bioseguridad utilizando alta tecnología, niveles de aforo razonables, mantener los canales de comercialización de los bienes y servicios producidos por las pequeñas y medianas empresas, los puestos de trabajo formales y el aporte al fisco vía impuestos.
Tras varios meses de marchas y contramarchas en el dictado de medidas de emergencia, las autoridades públicas han llegado a comprender que los centros comerciales son espacios seguros, muy bien cuidados y con mínimo riesgo de contagio o expansión del virus. Ello gracias a que esta industria logró adaptarse a la llamada “nueva normalidad” o “nueva convivencia” donde los cambios en las expectativas de los consumidores también jugaron un rol importante.
Tales fueron algunas de las reflexiones y conclusiones expresadas por altos ejecutivos de shopping centers de la región, al concluir el seminario virtual “Las Nuevas Tendencias de Transformación en los Centros Comerciales”, organizado por el Programa de Alta Dirección de la Universidad de Piura.
Durante el segmento “Lecciones aprendidas y panorama de los Shopping Centers en Latinoamérica”, intervinieron Mario Nirenberg (Argentina), Carlos Betancourt (Colombia), Katia Trusich (Chile) y Juan José Calle (Perú).
“Las enseñanzas de esta etapa han sido positivas. Hoy estamos mejor preparados para operar, incluso ante nuevas circunstancias críticas”, sostuvo Calle, destacando cada una de las acciones responsables llevadas a cabo por los negocios del rubro. Añadió que los centros comerciales han entendido y asimilado otros roles que tienen dentro de la comunidad, no solo el de la seguridad sino también el de la inclusión, apoyo al entorno social, respeto al medio ambiente, fomentar alegría y entretenimiento.
El empresario peruano subrayó que, en el esfuerzo de reinventarse, se han generado cuatro pilares básicos para el desarrollo futuro de los centros comerciales: 1) reformular los espacios por metro cuadrado; 2) reconvertir las marcas al nuevo perfil de los consumidores; 3) recuperar los clientes de manera presencial; y 4) apostar con mayor énfasis en la innovación, desarrollando herramientas para el manejo de las operaciones.
Por su parte, Trusich coincidió con Calle en lo de la reinvención del espacio físico a lo que añadió la puesta en valor del tiempo libre de los consumidores, a fin de reencontrarse con la dinámica de los centros comerciales. Abogó por garantizar siempre la seguridad de los clientes y los trabajadores, así como fortalecer la alternativa tecnológica expresada en el E-commerce pues ya integra el circuito de compras de los ciudadanos.
A su turno, Nirenberg destacó las trabas para persuadir a las autoridades que los centros eran espacios seguros. “Aún así, debemos extremar los recaudos de nuestra industria”, agregó.
Finalmente, Betancourt destacó que se ha creado un “nuevo ecosistema” en los centros comerciales donde convive el acto presencial de los consumidores con la opción digital de las compras y transacciones. “La pandemia nos ha enseñado a trabajar desde lo que nos une”, puntualizó.