Los daños afectan a los bosques, cuerpos de agua y comunidades en Loreto, Madre de Dios, Amazonas, Huánuco y San Martín
El 22 de abril se conmemora el Día de la Tierra, una ocasión para reflexionar sobre la importancia de proteger nuestro planeta y prevenir los daños irreversibles. En nuestro país, además de enfrentarnos al crecimiento poblacional, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, la minería ilegal se ha convertido en la principal fuente de contaminación del aire, agua y suelo.
A consecuencia de estas operaciones mineras ilegales, los efectos negativos son permanentes en los bosques, ríos y comunidades indígenas de las regiones amazónicas, especialmente en Loreto, Madre de Dios, Amazonas, Huánuco y San Martín, según explicó el especialista en sostenibilidad Iván Arenas en una entrevista.
“Es minería ilegal, porque se realiza en reservas paisajísticas, bosques protegidos, por ejemplo, el río Nanay, en Loreto; Madre de Dios, un caos sin fin; la frontera de Tiwinza, entre Ecuador y Perú. Es un daño irreversible a los ríos, bosques y poblaciones que están allí, porque, además de la contaminación de la minería aurífera sobre la tierra, desencadena efectos sociales irreparables y un daño a las poblaciones que se vuelven vulnerables”, comentó.
Alertó sobre la formación de grupos delictivos organizados que están emergiendo como nuevos actores en la industria minera ilegal, sin contar con un plan de mitigación ambiental ni herramientas de gestión adecuadas.“Estamos frente a una situación que pone en evidencia la fragilidad del Estado”, manifestó.
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