De acuerdo con Organización Mundial de la Salud (OMS)
Realizar una rutina de ejercicios son muy conocido para los beneficios cardiovasculares, sin embargo, en los adultos mayores aun no están muy asociados con diferentes enfermedades cardiovasculares.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los adultos mayores que hagan 20 minutos de ejercicio moderado o vigoroso al día. Pero ahora, esta sugerencia se respalda con un estudio realizado por un equipo de profesionales de dos universidades italianas, en Parma y Ferrara, precisamente provenientes de un país con una alta tasa de adultos mayores.
El estudio reconfirmó que a partir de los 70 años, hacer solo 20 minutos de ejercicio al día puede reducir a la mitad el riesgo de problemas cardíacos potencialmente fatales. Los investigadores encontraron que los hombres de 70 a 75 años que regularmente hacen jardinería, andan en bicicleta, caminan o hacen otro ejercicio durante ese tiempo tienen un 52% menos de riesgo de enfermedad cardiovascular en comparación con los inactivos.
Las mujeres mayores que hacen ejercicio también tienen un riesgo menor, aunque la reducción es solo del 8%. Los investigadores dijeron que sus hallazgos, publicados en British Medical Journal, refuerzan la idea de que “más vale tarde que nunca cuando se trata de hacer ejercicio”, según cita Claudio Barbiellini Amidei, especialista del Departamento de Ciencias Cardio-Torácico-Vasculares y Salud Pública de la Universidad de Padua.
El equipo investigador indicó que sus hallazgos respaldan la recomendación de que los adultos continúen haciendo ejercicio en la mediana edad y más adelante en la vida, ya que “probablemente haya una mayor eficacia en la reducción del riesgo cardiovascular”.
Los científicos de la Universidad de Padua y la Universidad de Ferrara examinaron los datos de salud de 2754 personas en Italia de 65 años o más durante 20 años, o hasta su muerte. Para determinar los beneficios del ejercicio en el futuro, los investigadores monitorearon los niveles de actividad de los participantes y los casos de enfermedad cardíaca, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular.
Los voluntarios completaron un cuestionario sobre sus hábitos de ejercicio. Actividad física moderada que incluía caminar, bolos y pescar, mientras que el ejercicio vigoroso incluía jardinería, ciclismo y natación. Se consideró que los integrantes de la investigación estaban activos si hacían ejercicio de forma moderada o vigorosa durante más de 20 minutos al día, mientras que menos de 20 minutos se consideraban inactivos. En el transcurso del estudio, se registraron 1.037 problemas cardiovasculares.
En la investigación se logró determinar que hacer ejercicio durante 20 a 40 minutos al día fue el punto óptimo para mejorar la salud, con la mayor reducción en el riesgo de enfermedad cardíaca e insuficiencia cardíaca entre los que hacían ejercicio durante este período de tiempo, dijeron los investigadores. Mantener 20 minutos de ejercicio diario durante los 60 y los 70 años proporcionó los mayores beneficios para la salud. Redujo el riesgo de enfermedad cardiovascular entre los hombres en un 52%.
Por su parte, las mujeres vieron una caída del 8% en el riesgo de enfermedad cardiovascular si se ejercitaban constantemente durante 20 minutos. Pero aquellos que aumentaron su ejercicio de menos de 20 minutos a los 60 años a más de 20 minutos a los 70 años también obtuvieron protección contra las enfermedades cardiovasculares. El riesgo, en este caso, se redujo en un 35% para los hombres y un 6 % para las mujeres.
A pesar de ver una reducción menor en el riesgo de problemas cardíacos, las mujeres activas tenían un 19% menos de probabilidades de morir durante el transcurso del estudio. Pero los hombres aún vieron un mayor efecto protector del ejercicio, ya que tenían un 28% menos de probabilidades de morir. Para investigadores, sus hallazgos muestran que el ejercicio tuvo el mayor efecto protector a los 70 años.
A la edad de 75 años, los que hacían ejercicio tenían solo una probabilidad marginalmente menor de sufrir problemas cardíacos y, a los 85, no se redujo el riesgo, según los hallazgos. Para los científicos “mejorar la actividad física más temprano en la vejez tendrá el mayor impacto”.
El estudio se basó en que los participantes autoinformaran sus hábitos de ejercicio y no había datos sobre sus niveles de actividad física a una edad más temprana, lo que puede haber afectado su riesgo de problemas cardíacos en la edad adulta. Asimismo, la documentación fue observacional, por lo que otros factores del estilo de vida pueden haber afectado la reducción del riesgo entre los voluntarios más activos.
Más allá de estos avances, los especialistas coinciden en que “los mecanismos por los que el ejercicio reduce el riesgo futuro de enfermedad cardiovascular no se conocen por completo”. Pero esto puede deberse a que el ejercicio ralentiza el engrosamiento de las arterias y regula la presión arterial, los niveles de azúcar en la sangre y el colesterol. Una cuestión que será parte de un avance posterior a esta investigación.
Fuente: Infobae