En el clímax de una oleada de protestas contra el gobierno por la devastadora crisis económica que azota la nación.
Miles de personas asaltaron e incendiaron el sábado la residencia del presidente de Sri Lanka (ex Ceilán), Gotabaya Rajapaksa, en el clímax de una ola de protestas populares dirigidas por religiosos budistas contra el gobierno, por la devastadora crisis económica que azota la nación, la más grave desde la declaración de su independencia de Reino Unido en 1948.
Las calles de la capital, Colombo, durante el asalto, permanecieron abarrotadas por cientos de miles de personas que se sumaron a la multitudinaria protesta liderada por monjes budistas y apoyada por trabajadores, artistas, profesores, escritores entre otros, en medio de escaramuzas con la Policía, las que en las últimas horas han amainado
Los manifestantes ingresaron al Palacio instantes después de que el mandatario huyera alertado por sus servicios de seguridad, y luego procedieron a invadir e incendiar varias de sus instalaciones, revisar sus ensseres personales, meterse en la piscina e incluso acostarse en su cama.
Renuncia
Informes de los servicios médicos reportaron al menos 33 heridos, dos de ellos policías en grave estado, luego de que la Policía tuvo que intervenir con disparos al aire y gases lacrimógenos para impedir que los manifestantes tomaran el cuartel policial próximo a la residencia.
Tras fugar de su residencia privada escoltado por su seguridad personal, el presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, anunció a través del presidente del Parlamento, Mahinda Abeywardana, que renunciará al cargo el próximo miércoles, “Para garantizar una transición pacífica, el presidente dijo que presentaría su renuncia el 13 de julio”, dijo el legislador en una declaración televisada.
El presidente Rajapaksa se encuentra ahora mismo en paradero desconocido pero fuentes próximas al mandatario aseguran que respetará la decisión que adopten el primer ministro del país y antiguo rival, Ranil Wickremesinghe, y los líderes de los partidos políticos afines que iniciaron anoche una reunión de emergencia.
Qué se vayan todos
La principal fuerza opositora política del país, el partido Poder del Pueblo Unido (SJB), expresó públicamente que no reconoce al primer ministro, no participará en la reunión y exigido la dimisión no solo del presidente, sino también del jefe del Gobierno, Ranil Wickremesinghe.
El SJB no está solo en sus peticiones. También el grupo prorreformista Podujana Peramun, está de acuerdo con el alejamiento de las citadas autoridades. La declaración, también recogida por el News First, llama a la formación de “un gobierno de concentración, con la participación de todos los miembros del Parlamento, bajo un primer ministro adecuado”.
Grave crisis
Las protestas de Sri Lanka comenzaron a principios de marzo en medio de peor crisis económica de la historia del país, marcada por subidas de los precios del combustible, falta de acceso a los bienes de primera necesidad, cortes en el suministro eléctrico, niveles récord de inflación que podría llegar hasta el 70 por ciento interanual en los próximos meses y una deuda externa acumulada de casi 50.000 millones de euros.