El jueves 18 de abril el Poder Ejecutivo publico la Ley 32002, norma que le permite a todos los ciudadanos aportantes a un fondo de pensiones, el libre retiro de hasta 04 UITs de sus cuentas personales de pensiones, muchos opinólogos y “disque expertos” han puesto el grito en el cielo por siquiera darle esta posibilidad a los peruanos, acusan a los congresistas y al Poder Ejecutivo de tomar medidas populistas, de orillarnos e incentivarnos, según ellos a un suicidio pensionario, cabe preguntarse, ¿Dónde estaban estos expertos cuando las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) acumulaban ganancias millonarias por comisiones de administración de nuestro dinero, mientras los peruanos perdíamos más de cuatro mil millones de soles de nuestras futuras pensiones en el año 2022?.
Siendo totalmente sinceros, somos conscientes de que quizás el retiro de estos más de veinte mil soles por aportante, debilita por séptima vez nuestras futuras pensiones, pero también es una verdad innegable que las propias AFPs se han ganado a pulso el repudio masivo de sus “normativamente obligados clientes”, no solo por el hecho de cobrarles comisiones aun cuando el fondo perdía dinero, sino por la poca o casi nula empatía que muestran al momento de hacerse rentables como empresas a pesar de que los fondos no lo eran, ellos con su “política de ganar- ganar”, fueron forjándose una figura distante al aportante y fría frente al pensionista, siempre buscando justificarse para seguir lucrando a costas del sudor, trabajo y sacrificio del trabajador aportante, que ya suficiente esfuerzo hace para llevar un pan a su mesa.
Este retiro no es obligatorio, pero más de uno verá en él, la posibilidad de vengarse de quienes consideran “entidades sinvergüenzas”, esperemos que esto sirva como un fuerte llamado de atención para las AFPs, quienes tendrán la enorme tarea de acercarse a sus clientes, mostrarles empatía y quizás relanzarse tomando la decisión de solo cobrar comisiones frente a fondos que arrojen ganancias, logrando así, que este sistema pensionario no colapse por la fuga masiva de capitales que estas normas podrían permitir.
En lugar de mandar a tanto CEO a que opine, intentando aterrorizar a los aportantes con el cuento de la liquidificación de sus pensiones, deberían ponerse a trabajar en una verdadera reforma de nuestro sistema de pensiones, un cambio voluntario, emanado del sector privado y para una mejora en favor de todos los trabajadores del Perú.
