Arrecian críticas al ejército de Rusia por las numerosas bajas y rusos expresan luto en principales ciudades
Las Fuerzas Armadas de Rusia en rápida reacción frente al bombardeo ucraniano contra un cuartel militar ruso en la república separatista de Donestk, lanzaron el martes un fulminante ataque aéreo, en el que destruyeron cuatro sistemas de lanzacohetes múltiple HIMARS proporcionados por EE.UU., y la eliminación de hasta 120 militares del Ejército de Ucrania.
Las lanzaderas estadounidenses fueron alcanzadas el lunes y martes por la aviación rusa en las inmediaciones de la estación de ferrocarril Druzhkovka y cerca de la ciudad de Kramatorsk, desde donde abrían fuego contra ciudades de la República Popular de Donetsk, precisó el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Ígor Konashénkov.
Kiev ratifica cifras
El régimen de Kiev reiteró que en el bombardeo contra un cuartel militar en la república separatista de Donesk realizado el lunes habrían dado muerte a 750 militares rusos, con los cuáles las bajas rusas se habrían elevado a 108 mil desde el inicio de la invasión, desencadenada el 24 de febrero por orden de Putin.
De otro lado, en Moscú nacionalistas y algunos legisladores rusos demandaron el castigo de mandos militares a los que acusan de ignorar los peligros, mientras crece la indignación por la muerte de al menos 63 soldados rusos en uno de los ataques más mortíferos de la guerra en Ucrania.
Críticas y luto
Serguéi Mironov, legislador y expresidente del Senado, la cámara alta rusa, exigió responsabilidades penales para los dirigentes que “permitieron la concentración de personal militar en un edificio desprotegido” y para “todas las autoridades superiores que no proporcionaron el nivel de seguridad adecuado”.
Asimismo, los rusos de la ciudad de Samara (centro), de donde eran oriundos algunos de los soldados fallecidos, protagonizaron varias concentraciones para rendir homenaje a decenas de militares muertos en un ataque en el este de Ucrania.