En solo 33 días de gobierno, la Presidenta de la República ha enfrentado diversas protestas sociales que han terminado en violencia en el sur y centro del país
Desde que Dina Boluarte asumió la presidencia de la República, luego del intento de golpe de estado del expresidente Pedro Castillo, la población del sur ha manifestado su descontento, exigiendo su renuncia, cierre del Congreso y el adelanto de elecciones para el 2023.
Los departamentos de donde proviene la mayor resistencia a su gobierno están comprendidos dentro del sur del país como por ejemplo Apurímac, Arequipa, Cusco, Tacna y ahora en estos últimos días, Puno.
Lamentablemente, según datos de la Defensoría del Pueblo, las protestas en oposición al actual gobierno ya cobraron la vida de al menos 45 peruanos.
El Ministerio Público ha abierto una investigación a la Jefa de estado y a su Premier Alberto Otárola por la muerte de 28 personas. Los cuales fallecieron por disparos presuntamente provenientes por parte de la Policía y el Ejército, durante las manifestaciones de diciembre de 2022.
A este agudizado panorama, actualmente se suman los 17 fallecidos en la ciudad de Juliaca, Puno. Asimismo, la Defensoría del Pueblo indica que esta cifra aún no es definitiva y que podría aumentar, debido a que muchos de los heridos se encuentran en una situación crítica.
Ante esto, la Presidenta de la República llamó a la reflexión a los hermanos puneños; además, señaló que no entiende el motivo del porqué siguen protestando.
“Desde el gobierno no estamos generando la violencia. Y la muestra de ello es que, en Puno, hay policías que están heridos, un niño que no pudo llegar al hospital por la carretera bloqueada y me acaban de comunicar que acaba de fallecer un civil”, expresó.
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