La doctora Calisto indica que las variantes de preocupación se deben a la importancia que van presentando las nuevas variantes.
La variante Ómicron fue detectada a fines de noviembre del 2021 por la Organización Mundial de la Salud por primera vez en Sudáfrica y es considerada como variante “de preocupación”, debido a sus características que requieren una o más acciones de contención y control de salud pública.
Según el doctor Julio Cesar Cachay: “Las variantes ‘de preocupación’ cumplen con los criterios de las variantes ‘de interés’ y, según se ha demostrado tras una evaluación comparativa, se asocian a uno o más de los siguientes cambios en un grado que resultad significativo para la salud pública mundial como una mayor transmisibilidad, casos más graves de enfermedad (mayor cantidad de hospitalización o muertes), fallas de detección de diagnóstico, reducción significativa en la neutralización por los anticuerpos generados durante una infección anterior o la vacunación y menor efectividad de los tratamientos o las vacunas”.
En el mismo enfoque, la doctora epidemiológica de la Universidad Norbert Wiener, Maria Elena Calisto, resalta que: “Todas estas mutaciones son preocupantes para la comunidad científica porque el principal problema es que pueden evadir mecanismos de inmunidad, tanto la inmunidad natural y la inmunidad adquirida. […] Las mutaciones son frecuentes en todo ciclo de vida en los virus y, en este, en particular queremos ver lo que es la capacidad de transmisión de estos virus y la susceptibilidad de los tratamientos o cualquier medio de control que pudiera presentarse”.
Entonces, ¿Cómo se diferencias las variantes consideradas “de preocupación”?
Estas variantes presentan mutaciones en su genoma que se asocian a un aumento en la transmisibilidad, un incremento en la gravedad de la enfermedad, una disminución de sensibilidad en las pruebas diagnósticas o una menor neutralización de los anticuerpos generados por la vacuna.
La doctora Calisto afirma que la principal diferencia entre una variante ‘de interés’ y una ‘de preocupación’ es que la primera tiene cambios genéticos, mientras que la de preocupación está asociada a cambios en cierto grado de importancia.