La fiscal suprema titular, Zoraida Ávalos, descendió de un auto color oscuro, mientras un grupo de trabajadores su despacho la recibía con petalos de rosas y un cartel con un mensaje: «Se hizo justicia».
El fiscal de la Nación interino, Juan Carlos Villena, ha reincorporado a Zoraida Ávalos como fiscal suprema titular en cumplimiento de la resolución de la Tercera Sala en lo Constitucional de Lima. Esta decisión se oficializó mediante la resolución 1257-2024-MP-FN y coloca a Ávalos nuevamente a cargo de la Segunda Fiscalía Suprema Penal, un puesto que ocupaba antes de ser inhabilitada por el Congreso.
La fiscal suprema titular Zoraida Ávalos recibió un cálido recibimiento en su primer día de regreso al Ministerio Público, ubicado en la avenida Abancay, tras la oficialización de su reincorporación al cargo.
Antes de su inhabilitación, Ávalos lideraba la Segunda Fiscalía Suprema en lo Penal. Tras su salida, la fiscal adjunta suprema María Sokolich asumió esa responsabilidad. Con Ávalos de vuelta, se restablece su posición original.
La reincorporación de Ávalos coincide con la destitución de Patricia Benavides, a quien la Junta Nacional de Justicia (JNJ) removió de su cargo por haber destituido a la fiscal suprema Bersabeth Revilla. Benavides está bajo investigación por la Fiscalía Suprema Especializada en Delitos Cometidos por Funcionarios Públicos y enfrenta un proceso disciplinario.
Quórum para elegir al nuevo fiscal de la Nación
Con la reincorporación de Zoraida Ávalos como fiscal titular suprema, ya se cuenta con el quórum necesario para elegir al nuevo fiscal de la Nación que reemplazará al interino Juan Carlos Villena.
No obstante, Ávalos Rivera ha declarado a varios medios de comunicación que, por el momento, no tiene como objetivo asumir la titularidad de la Fiscalía de la Nación.
El retorno de Ávalos y los cambios en el liderazgo del Ministerio Público reflejan las tensiones y conflictos dentro del sistema judicial y político peruano. La destitución de Patricia Benavides, así como las investigaciones sobre posibles negociaciones indebidas, resaltan la necesidad de transparencia y justicia en el proceso.
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