Los intentos por desacelerar o mitigar el cambio climático podrían empeorar la situación.
Un reciente estudio publicado en Nature advierte que el cambio climático podría poner a la población mundial en un mayor riesgo a sufrir pandemias. Paradójicamente, los intentos por mitigar o desacelerar el calentamiento global podrían no solucionar el problema, sino empeorarlo.
Según comentó Colin Carlson, autor principal del estudio, a Gizmodo, el cambio de temperatura provocará que las especies quieran cambiar de clima. Al hacerlo, diferentes especies se encontrarán por primera vez y compartirán virus. “Nuestras simulaciones sugieren que en el próximo medio siglo, este proceso reestructurará por completo la red global de virus de mamíferos. Y esto son malas noticias para la salud humana”, señaló el científico.
El estudio sugiere que en las próximas décadas los hábitats de más de 3100 especies de mamíferos cambiarían. Esto provocaría que diferentes especies se crucen entre sí y con nosotros, los humanos, provocando un contacto con distintos virus y patógenos. El estudio pone como ejemplo el brote de SARS de 2003, el cual sugiere que los gatos de civeta, que se comen en ciertas partes de China, pueden haber actuado como huésped intermediario del virus, ayudándolo a pasar de los murciélagos a los humanos. Ante un clima cambiante, los murciélagos podrían entrar en contacto con diferentes especies, creando nuevas oportunidades para que los virus se propaguen.
La situación a futuro no se ve esperanzadora porque el mundo ya se ha calentado 1,2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales. Según Carlson, el cambio de hábitat y entrecruzamiento de diferentes especies ya ha comenzado. Y aunque suene paradójico, los intentos por mitigar o desacelerar el calentamiento global podría empeorar la situación.
“En escenarios de calentamiento extremo, las especies pierden su hábitat tan rápidamente que se extinguen antes de tener la oportunidad de compartir sus virus en nuevos ecosistemas”, dijo Carlson. “La mitigación reduce la velocidad a la que se mueven sus hábitats y les brinda una tarea más manejable, por lo que les es más fácil llegar a donde van y compartir virus cuando llegan allí”.
Según el científico, lo más importante ahora es «que pensemos en la vigilancia de enfermedades de la vida silvestre y en la detección de brotes como estrategias de adaptación al cambio climático”