Ahora es posible conocer la cara y los gestos de tu bebé con las ecografías en 5D.
Debido a la tecnología de las ecografías en 5D, Cayetana mira emocionada a Mía, su primera hija, desplazar los brazos cerca de la cara. Se finaliza de despertar, estimulada por el ejercicio de su madre con una pelota de pilates. Mario, el padre, la mira desplazarse en el líquido amniótico a partir de una butaca de terciopelo rojo en un cine drásticamente peculiar.
Faltan poco menos de 10 semanas para el origen de Mía, sin embargo, sus papás ya tienen la posibilidad de ver cómo bosteza, sonríe e inclusive abre los ojos. Conocer los aspectos del propio hijo anterior a nacer no sólo es viable, sino que se ha vuelto más conocido en Madrid debido a la nueva tecnología.
A diferencia de la ginecológica o diagnóstica, una ecografía 5D no da datos doctores sobre el recién nacido, como su estado de salud o su tamaño. No obstante, tiene un elemento más emocional pues se detiene a mirar con mejor calidad y tiempo la cara y los gestos del bebé. Por cierto, 8 de cada 10 futuras madres deciden hacer por lo menos una ecografía de esta clase alguna vez del embarazo, según datos de Ecox, una franquicia que cuenta con 8 centros en Madrid (y bastante más de 50 en toda España).
No son los únicos en la localidad: en los últimos 5 años la oferta se ha multiplicado, aunque padeció un parón desde el confinamiento, una vez que varios sitios cerraron por la inviabilidad de laborar con las limitaciones sanitarias.
Mónica Molero (37 años) tomó la decisión de abrir el centro Bombo, en el barrio de Prosperidad, tras haberse quedado con triunfas de más a lo largo de su primer embarazo. “La ecografía diagnóstica no suele durar bastante más de 10 min, un periodo suficiente para aseverarse de que el infante se encuentre bien, empero no va más allá. Una 5D posibilita ponerle cara e implicar a todo el núcleo familiar a partir de los primeros meses de la gestación”, explica.