Los factores internacionales, nacionales, incluso el propio ciudadano de a pie, determina un precio de compra y venta para el dólar.
Contrario a lo que podrían asumir las mayorías, que el precio del dólar suba o baje en Perú, depende de varios factores. Algunos de ellos tienen que ver con la política económica extranjera y su impacto a nivel mundial. Los productos que exportemos y su nivel de alcance internacional también juegan un rol sumamente relevante. No obstante, uno de los avatares que más medrana podría causar a corto plazo, es la incertidumbre política. Las buenas o malas decisiones del Gobierno central se ven reflejadas en el acontecer nacional, este mismo se proyecta al extranjero y causa complejas interpretaciones que, en este caso, deteriora o acrecienta el valor del dólar en nuestro país.
FACTORES
Internacionales: Para esclarecer este contexto vamos a empezar tomando en cuenta la capacidad que tiene Perú de exportar al extranjero la mayor cantidad de productos disponibles. Como se recuerda “entre enero y mayo de este año, las exportaciones peruanas fueron 100% superiores a las anotadas en similar mes del 2020, y acumularon en los primeros cinco meses un valor récord para el país (19,674 millones de dólares),” así lo resaltó la titular del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), Claudia Cornejo.
Fijando este “punto de partida”, podemos ser capaces de comprender que el nivel de exportación que ostentemos, como país, es directamente proporcional a la cantidad de ingreso y salida de dólares. Por ejemplo; el cobre es el principal mineral de exportación de Perú, siendo un factor de peso, fija el precio de todos los metales, se deduce entonces que ejerce una enorme influencia en el tipo de cambio. Si el precio del cobre sube, ingresarán más dólares a nuestra economía, lo que generará una mayor oferta y, como consecuencia, el tipo de cambio bajará.
Otro factor internacional a tomar en cuenta es el crecimiento del PBI de Estados Unidos. Este se encuentra sujeto a sus propias variaciones socioculturales y económicas, sin abundar demasiado en este punto, podríamos hacer referencias a catástrofes, cambios políticos magnánimos o, en “una situación que a nadie le gustaría”, una pandemia que azote a todo el planeta.
Nacionales: Los factores internos que determinarían una variación en el precio del dólar tienen que ver con la posibilidad de una inflación nacional. Si un Gobierno no otorga estrategias económicas sólidas, y que funcionen a corto y largo plazo, poco podría hacer el BCRP para mantener la sostenibilidad en el país.
Otro factor relevante sería una inestabilidad política. Si un partido político no presenta, entre sus propuestas, mantener o mejorar un modelo económico que invite a las inversiones extranjeras, las empresas internacionales se retirarían más temprano que tarde, del sistema laboral.
Así lo citó, durante la segunda vuelta electoral presidencial, Jair Alvarado Espinoza, coordinador de la Escuela de Negocios Internacionales de la UCV, sede Trujillo; “La situación política es uno de los factores por el cual el dólar sube en Perú. En esta situación, en que la presidencia se rige entre los candidatos Pedro Castillo y Keiko Fujimori, se ha acentuado la tendencia al alza del tipo de cambio. Esto podría ser debido a que el candidato que viene liderando las encuestas aún no presenta a su equipo económico o a que sus propuestas se consideran populistas”, indicó Jair Alvarado Espinoza, coordinador de la Escuela de Negocios Internacionales de la UCV, sede Trujillo.
No obstante, la ciudadanía juega un papel fundamental en este contexto. Recordemos que el dólar, como moneda en circulación, es un precio. Por ende, se sujeta totalmente a la ley de la oferta y la demanda. Si se compra en demasía, el tipo de cambio de eleva y si, por el contrario, hay más gente que quiere vender que gente que quiere comprar, el precio del dólar baja.
Conclusiones: Nosotros, los ciudadanos, como primera consecuencia orgánica, jugamos uno de los papeles más relevantes en momentos de incertidumbre, e incluso podemos llegar a determinar el rumbo de nuestro país. Es por ello, la importancia de mantenernos correctamente informados de los aconteceres nacionales, para prevenir con cautela, pero, sobre todo, con coherencia, cualquier indeseable oportunidad de magnificar una posible tragedia.